De hombre a hombre

Trepidante duelo dialéctico y emocional entre profesor y alumno, una obra sobre la seducción, el amor, el miedo, los prejuicios sociales y las barreras que nosotros como seres humanos nos ponemos. Buen texto, trabajo y reflexión sobre este tema :)

Un texto perfecto con unos actores a la altura. da gusto ver saber que hay salas pequeñas con grandes obras

Una dirección excelente al igual que la interpretación de los actores.

La obra me parece un admirable ejercicio de confrontación verbal entre ese profesor que emplea su prepotencia como instrumento de seducción y ese alumno descarado y atrevido, con las hormonas revueltas, que hace gala de su libertad y reivindica valientemente su derecho a poseer lo que desea. El texto se distancia acertadamente del tópico tan manido del homosexual atormentado y sufriente, y nos ofrece un estimulante combate entre el prudente conservador que avanza un paso y retrocede tres, y ese joven que se muestra orgulloso de ser y de sentir tal y como la naturaleza le ha parido. El director, desde la sencillez de una escenografía que pretende no robar foco a lo verdaderamente crucial, ha sabido implicar al espectador para que se sienta parte de ese grupo de alumnos que, atónitos pero divertidos, asisten a un conflicto de gran potencia entre un docente y su discípulo más díscolo. La arrogancia del profesor consigue que, en ningún momento, el espectador pierda la sonrisa y, en ocasiones, este esbozo se torne en estridente carcajada; por su parte, el actor que encarna al joven estudiante, asume hasta físicamente la situación de exhibición pública con un movimiento monótono y acertadísimo de brazos que denota la embarazosa situación de quien no sabe con total seguridad a quién se está enfrentando. Finalmente, el lirismo brota de manera natural en algunos momentos de gran brillantez (?Como diría mi profesor. ¿Qué profesor? El único que tuve. Los demás, apenas figurantes mientras él, protagonista.) y constituye el broche de oro de la función cuando el profesor-seductor, acobardado y temeroso del proceso que ha iniciado, decide atrincherarse tras la distancia física. Entonces el alumno le recuerda el paralelismo entre ellos mismos y las célebres figuras de Sócrates y Alcibíades para plantearle si alguna vez se perdonará a sí mismo ya que él le promete un próximo reencuentro donde le volverá a suscitar el mismo dilema.

Que sólo se represente una tarde por semana, la de los jueves. Tiene calidad para permanecer en la cartelera teatral madrileña de jueves a domingo y durante muchos meses.

Trabajo actoral muy bueno, poético y agradable

Muy bueno el texto de verdad. La puesta en escena sencilla y al mismo tiempo eficaz.

Nada

Excelente interpretación con sencillez escénica ante un tema social muy, muy importante.

Demasiado corto para "tan gran espectáculo".

Me encantó todo. los dos actores están que se salen. Lisandro tendria que ser más conocido y mejor valorado, es buenísimo.

Me gustó el teatro! La cercania de los actores! La temática! Muy bien dirigido!!! Buenos actores!!

wow!

nada