Hotel Yasmin

positivo: Me gustó la ubicación del hotel, y alguno de los empleados que era muy amable a pesar de no limpiar.

negativo: A pesar de resultar barato, existen unos mínimos de limpieza que no se cumplían, no se cambian sábanas ni toallas cada día, no se limpia la habitación cada día. Con suerte se limpia cada dos días, y se cambian sábanas "supuestamente" cada dos días, pero las sábanas siempre estaban manchadas, con manchas crónicas, con las toallas sucede lo mismo. La ducha es una lavabo con mucha humedad, donde cuelga un mango con el grifo de la ducha y un agujero en el suelo que lo cuela todo, es pequeño, con humedad porque un agujero que hay en la pared tapado con restos de tochos que comunica con la calle, de modo que hay que tener el baño cerrado siempre, a parte de la cantidad de pelos afincados en ese agujero, de anteriores inquilinos, a saber cuantos... Comprobé con una mancha del suelo, que no se fregaba tampoco una habitación de 2 m2, porque con un papel la quité tras estar ahí los 20 días que estuve. Y la habitación en sí es de 2 m2 si llega. Lo único que esta medio bien es el desayuno, que será escaso pero el típico turco, y eso sí, no hay sala habilitada lo comes en la recepción del hotel y cruzar los dedos, para que haya sitio dado que si bajan tres habitaciones a la vez, la cuarta ya no puede desayunar y se ha de sentar a esperar mirando a los otros, que están pegados a ti (porque es la recepción del hotel).