Una sala, tres personas, un cuestionario. “¿Cómo le gustaría vivir su experiencia? ¿Modo privado o modo comunidad?”. La última persona en entrar no sabe a qué viene todo esto, sólo quiere salir. Pero la sala no tiene puerta. Las otras dos personas tienen la clave, que a la vez es la clave de la abundancia, del éxito y, sobre todo, de la felicidad. Unos objetivos vitales que el gran gurú Ray Rex ayuda a alcanzar. ¿Pero esa felicidad les pertenece o forma parte de un ente mayor? Al fin y al cabo, sólo saben que “trabajan por una empresa, que a su vez trabaja por una empresa mayor, que a su vez trabaja por una empresa aún mayor”.
Una sátira que se pregunta hasta qué punto la dictadura de la felicidad, la autoayuda y el “si quieres, puedes” que promueven algunas filosofías de vida y de empresa, responden a una voluntad de enajenarnos y responsabilizarnos de todo porque así nunca nos cuestionamos el sistema.