Hay una frase del famoso escritor Victor Hugo que dice “Cuando la gracia se combina con las arrugas, resulta adorable. Hay un amanecer indescriptible en la vejez feliz”. La misma cita que, posiblemente, inspirase a las autoridades de Seúl, capital de Corea del Sur, a llevar a cabo una de sus iniciativas más exitosas: abrir una discoteca diurna solo para personas mayores de 65 años

Un local donde, algunos días, se establecen nuevos conceptos (desde “brilla en la oscuridad” hasta “fiestas de disfraces”) que a su vez motivan a los diferentes grupos a participar, crear sus propios atuendos e incluso ensayar coreografías. Una vez llega el gran día, los neones se despliegan, la música de los 60 comienza a sonar (aunque también se cuele alguna de BTS) y la “joie de vivre” resurge entre unos ancianos que experimentan un curioso efecto: el baile les hace olvidarse de todos sus dolores.

“Es como una medicina”, confirmaba recientemente una de las asistentes a BBC News. “Antes pasaba mucho tiempo solo en casa”, añadía otro. “Pero desde que vengo aquí me encuentro mejor, he hecho nuevos amigos y… ¡hasta tengo una novia!”, finalizaba riendo. Protagonistas que han dejado atrás los días de soledad y viejos vinilos para sumarse a fiestas donde una tierna liberación toma el dancefloor.

La necesidad por solventar la problemática de la tercera edad llevó al gobierno de Corea del Sur a comenzar esta iniciativa con la que pretende compensar a una población envejecida cuya esperanza de vida oscila una media de, mínimo, 82 años

Una idea que, esperamos, inspire a otros muchos países y ciudades a la hora de tomar medidas ante el olvido al que se ven sometidos nuestros mayores, que pueden encontrar su propia “vejez feliz” a través de la pista de baile.  

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Alicantino de nacimiento, amante de cualquier lugar con mínimas de 25ºC. Mi debilidad es escribir en cafés secretos, tengo curry en las venas y una palmera tatuada (tiene su miga, aunque no lo parezca). Una vez gané un premio en Japón.