Destinos Patrimonio Mundial UNESCO más allá de la capital

En 2021, el comité de la Unesco declaraba el Paseo del Prado y el Buen Retiro de Madrid como nuevo Patrimonio Mundial en la capital. Y no era para menos. De hecho, todo el centro podría ser un patrimonio en sí mismo: desde las Fiestas de San Isidro hasta el bocadillo de calamares, pasando por un oso que a veces abandona su madroño en pleno centro para guiarte por los secretos UNESCO de la capital. 

Solo tienes que seguir sus pisadas hasta el Hayedo de Montejo, uno de los bosques más singulares de la región ubicado a los pies de la Sierra de Ayllón. Un paraíso que habría hecho las delicias del mismísimo Tim Burton a la hora de rodar Big Fish 2 gracias a un tapiz de hayas que invita a ser descubierto en cualquier momento del año. 

Quédate un poco más en las afueras de Madrid, que una visita al Real Sitio y Villa de Aranjuez bien lo merece. La fragante postal de ese Madrid señorial y cultural te sumerge en una reserva de obras paisajísticas, arquitectónicas y artísticas que evocan una relación única entre el ser humano y su entorno. Desde su casco antiguo hasta el icónico Museo de Falúas Reales, la Casa del Labrador o un paseo por los Jardines del Príncipe, de la Isla y del Parterre, descubrirás un oasis histórico donde, en primavera y otoño, también puedes sucumbir al Tren de la Fresa, un transporte histórico cuyas azafatas vestidas de época te ofrecen productos típicos. 

Un atajo para perderse en tiempo y espacio, hasta que reconoces a cierto hidalgo a lo lejos. Don Quijote también rodea los encantos de Alcalá de Henares, la ciudad natal de Cervantes y flamante Patrimonio Unesco con más de 2000 años de historia. Cristianos, judíos y musulmanes convivieron una vez en esa Alcalá medieval que aún rezuma parte de su encanto como “ciudad del saber”. El Siglo de Oro español no se entiende sin Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina y otros grandes nombres que una vez estuvieron vinculados a esta ciudad universitaria a enlazar con San Lorenzo de El Escorial.

La que fuese considerada como Octava Maravilla del Mundo en el siglo XVIII susurra hoy en la Sierra de Guadarrama para ofrecer al visitante un espectáculo histórico a descubrir de varias formas: a través de una restauración única, enclaves naturales como La Herrería o, por supuesto, un Monasterio de El Escorial que resume como pocos las ambiciones de Felipe II a partir de un icono en estilo herreriano sin el que no se entiende el Siglo de Oro español. 

Solo entonces, cuando vuelves a ver las huellas, descubres que el oso ha vuelto al centro de Madrid pero tú ya has quedado hechizado por los patrimonios que vigilan la capital.