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La traducción de city break es Irlanda

No sabemos quién inventó el city break, pero Irlanda lo reinventa este otoño.

Sea Cliff walk at Howth in Co Dublin

Mucho se hablaba de que el city break tardaría en volver, pero las escapadas de puente solo necesitaban de paciencia y de la reinvención apropiada: más seguridad, mayor confort y la ilusión de creer que puedes quedarte una semana más. Y con el otoño, a uno le entran ganas de pubs cálidos y acantilados donde experimentar la nostalgia que vinimos a buscar

Irlanda nació para el otoño, y la opción de un city break en Dublín es la quinta esencia de la reconexión con los viajes. Si te gusta la literatura, en Dublín aguardan la primera edición de Drácula de Bram Stoker (Halloween nació en Irlanda, recuerda) y la perfecta ruta para deambular por todos los secretos de James Joyce y su obra magna Ulises. Pero sin olvidarnos de meter en el bolso ese típico sándwich de jamón y queso irlandés de camino al pub donde siempre aguarda una pinta. 

Temple bar Dublin

La energía celta aún silba entre los tejados y está llena de historias: las que evocan la bahía de Dublín, Reserva de la Biosfera por la UNESCO que suspira su canción del mar en cada calle, cada barrio. Los mismos susurros que se cuelan entre iconos como las catedrales de la Santísima Trinidad y de San Patricio, o museos como el EPIC, el Museo Irlandés de la Emigración que invita a viajar por el mismo océano que Frank McCourt o el Titanic. 

Eso sí, aviso spoiler: puede que te quedes más de la cuenta. Hay muchas experiencias esperando alrededor de la capital y que puedes descubrir con un coche alquilado: desde un paseo a lo largo de los 6 km de los épicos acantilados de Howth; hasta una visita a Dublin Mountains Way, entre ríos y bosques en los que toparte con Jack O’Lantern, granjero que inspiró las famosas calabazas talladas de Halloween.

Cliffs Moher

Si vas más allá, otra recomendable opción consiste en visitar la otra Irlanda a través de Galway, ciudad de la costa oeste donde la vida gira en torno a sus castillos. Y asomarse al puerto de Cork, uno de los más grandes del mundo, para enlazar con una ruta entre sus edificios georgianos. De regreso a Dublín, atravesando prados salpicados de vacas y antiguos refugios de magia pagana, una última parada invita a deternerse en Kilkenny, la Ciudad del Mármol, la de las cervezas que nunca cesan al final de una ruta desde la Catedral de Santa María.

Kilkenny Castle
Kilkenny Castle

No te engañes: el siguiente paso tras más de un año de pandemia es un city break internacional. Y este otoño Irlanda tiene algo de primaveral porque aquí todo florece de nuevo: desde los tréboles hasta nuestras ganas de viajar. 

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Alicantino de nacimiento, amante de cualquier lugar con mínimas de 25ºC. Mi debilidad es escribir en cafés secretos, tengo curry en las venas y una palmera tatuada (tiene su miga, aunque no lo parezca). Una vez gané un premio en Japón.