1. La mezquita más grande de Europa

En el mundo de las combinaciones imposibles, la de La Mezquita de la M-30 no solo es una de lo más particular, sino que además se trata de la mezquita más grande de Europa (La de Córdoba es muy top, pero le faltaban metros). Un complejo exótico situado a pocos metros de la plaza de toros de Las Ventas (¡!) financiado por el rey Fadh de Arabia Saudí y cuyo interior, inspirado en La Alhambra de Granada, incluye la vivienda del propio imán, una biblioteca, un restaurante y otras diversas instalaciones. Vamos, que entrando en esta mezquita te ahorras visitar media Andalucía y parte de Marruecos.  

  • Dirección: Calle Salvador de Madariaga, 7
  • Tfno: 913262610

2. Alguien se trajo un trozo del desierto de Canarias

Sabemos que durante la ola de calor del mes de agosto, Madrid puede parecer asemejarse un poco al mundo de Mad Max, pero no hasta el extremo de lucir como un desierto mexicano. Curiosamente, en San Sebastián de los Reyes yace un complejo inaugurado en 2017 en el que se aglutinan hasta 400 especies de cactus y plantas áridas divididas en diferentes secciones: Arizona, Oasis, Tabernas, Toscana y Guajira. Un espejismo desértico-castellano en el que, a veces, se dibujan camellos en busca de oasis urbanos. 

  • Dirección: A-1, KM 25, San Sebastián de los Reyes
  • Horario: De lunes a viernes cerrado y sábado y domingo de 10:00 a 13:30
  • Tfno: 918335004

3. ¿La Torre de Belém?

Ahora que Portugal está tan de moda, seguro que muchos de vosotros habéis puesto rumbo a ciudades como Lisboa e iconos como la Torre de Belém. Sin embargo, ¿sabías que existe una muy parecido a unos pocos kilómetros de Madrid? Mandada a construir por el rey Alfonso XIII en 1907, esta torre de estilo neogótico de 35 metros que comenzó proveyendo de red eléctrica a gran parte de Madrid es hoy un curioso mirador que gobierna cualquier panorámica del conocido Embalse de Santillana, en el Alto Manzanares

4. Ese jardín tropical…

Podrías estar perfectamente en la selva de Sri Lanka o Costa Rica; entre plantas de todos los colores y texturas que te hacen perder la percepción de espacio y tiempo… hasta que descubres un tren de alta velocidad con destino a Sevilla a lo lejos. Esta es la fantasía que propone el jardín tropical del antiguo edificio de viajeros de Atocha en el que se erigió un trocito de edén con hasta 7.000 plantas traídas de Sudamérica, Asia y Australia. 

5. Desde Berlín con amor

A los pocos días de la caída del muro de Berlín en 1989, medio mundo clamó por su trocito de fortaleza a fin de exponer un pedazo de historia para la eternidad. Madrid no se quiso quedar atrás y solicitó tres planchas que hoy lucen en el parque de Berlín tal cual hace treinta años a pesar de los primeros intentos de los técnicos por “limpiarlas” de graffitis y garabatos. Por suerte, alguien les convenció de que aquellas marcas tan “modernas” también formaban parte de la historia. 

Madrid es una ciudad nutrida de cientos de influencias que no acaban aquí: en algún lugar de la M-30 hay columnas griegas junto a un arcén, en El Escorial una estación espacial y en Lavapiés una plaza que bien podría pasar por la de un pueblo de Senegal.

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Alicantino de nacimiento, amante de cualquier lugar con mínimas de 25ºC. Mi debilidad es escribir en cafés secretos, tengo curry en las venas y una palmera tatuada (tiene su miga, aunque no lo parezca). Una vez gané un premio en Japón.