Actualizando disponibilidad con el hotel
El St. Regis Grand Hotel está en pleno centro histórico de Roma, a 23 km del aeropuerto de Roma-Fiumicino.
Dispone de 161 habitaciones equipadas con aire acondicionado, minibar, baño privado con bañera y ducha separadas, secador de pelo y amenities gratuitos. Además, cuenta con TV LCD por satélite para que estés al día de toda la actualidad o disfrutes relajadamente de los canales de TV premium. También cuenta con caja fuerte con capacidad para un ordenador portátil, conexión WiFi y servicio de habitaciones las 24 horas para cualquier duda o necesidad que tengas.
Ofrece recepción abierta las 24 horas, conexión WiFi gratuita en las zonas comunes, servicio de lavandería para tener todas tus prendas siempre impecables, si tu estancia es laboral podrás acceder a su centro de negocios compuesto por salas de reuniones y conferencias y si quieres olvidarte de los problemas y centrarte en tu bienestar, podrás hacerlo en las salas de tratamiento Spa.
Las habitaciones disponen de servicio de masajes para terminar un día turístico de la manera más relajada posible, cunas o camas infantiles disponibles para los más pequeños de la casa, teléfono y escritorio para que puedas redactar tu experiencia en una de las ciudades del amor.
El hotel dispone de bar o lounge donde podrás disfrutar de una magnífica velada junto a los tuyos tomando algo o saciar tu hambre con sus recetas más tradicionales en el restaurante del establecimiento. Además, tendrás desayuno disponible tipo bufé (de pago) para empezar un nuevo día con mucha energía.
INTERNET
PISCINA
PARKING
GIMNASIO
BUSINESS CENTER
ACCESOS ADAPTADOS
Check in
a partir de las 15:00 horas
Check out
hasta las 12:00 horas
Hotel
Actividades y ocio
Restauración
Información tasas
En este destino existe una tasa de turismo local no incluida en el precio por persona y noche, que deberás pagar directamente en el hotel.
Cómo llegar
A menos de 2,5 km podrás visitar lugares como la escalinata de la Plaza de España, dar un paseo por la Plaza Navona, pedir un deseo en la Fontana di Trevi o admirar las vistas del castillo de Sant'Angelo.