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Montreal, la segunda ciudad más grande de Canadá y la mayor ciudad francófona del mundo, es una mezcla única de culturas, historia, modernidad y naturaleza. Esta ciudad tiene mucho que ofrecer a los turistas, desde su vibrante vida nocturna hasta sus numerosos museos y galerías de arte, sin mencionar su deliciosa gastronomía.
El casco antiguo de Montreal es un lugar imprescindible para visitar, ya que cuenta con una gran cantidad de edificios históricos bien conservados, incluyendo la Basílica de Notre-Dame, una impresionante catedral gótica que data del siglo XIX. En la Place d'Armes, una de las plazas más antiguas de Montreal, se puede ver la estatua de Paul de Chomedey, fundador de la ciudad, y la Torre del Reloj, que fue construida en 1922 para conmemorar el 250 aniversario de la fundación de Montreal.
El Puerto Viejo es otro lugar popular para visitar, con su encantador paseo marítimo y sus numerosos restaurantes y cafeterías. Desde aquí se pueden ver las impresionantes vistas de la Isla de Santa Elena y el Río San Lorenzo.
Montreal es también conocida por sus numerosos festivales, como el Festival Internacional de Jazz de Montreal, que atrae a músicos de todo el mundo, o el Festival Just For Laughs, que ofrece una gran variedad de espectáculos de comedia.
La ciudad cuenta con numerosos museos y galerías de arte, incluyendo el Museo de Bellas Artes, que alberga más de 41.000 obras de arte de todo el mundo, y el Museo de Arte Contemporáneo, que se especializa en arte contemporáneo. Además, el Jardín Botánico de Montreal, que cuenta con más de 22.000 especies de plantas y flores, es una visita obligada para los amantes de la naturaleza.
La gastronomía de Montreal es conocida por su deliciosa comida callejera, como los famosos sándwiches de carne ahumada y los bagels de Montreal, que se han convertido en un elemento básico de la ciudad. También se puede disfrutar de una gran variedad de platos franceses e italianos, así como de vinos y cervezas locales.
Por último, Montreal es una ciudad verde, con muchos espacios verdes para relajarse y disfrutar de la naturaleza, como el Parque Mont-Royal, el parque más grande de la ciudad, que ofrece vistas panorámicas de Montreal y el Río San Lorenzo.
En resumen, Montreal es una ciudad vibrante y emocionante que ofrece una gran variedad de actividades y experiencias para los turistas, desde la historia y la cultura hasta la comida y la naturaleza.
Metro y autobús: El metro tiene cuatro líneas y 64 estaciones de metro que cubren todas las áreas de la ciudad. Está conectado con las rutas del autobús 160 STM que recorren la isla, y los billetes sirven para ambos. Las rutas de metro y autobús están conectadas con cinco líneas de tren de cercanías que van desde Montreal a los barrios más alejados del centro. El metro y los autobuses están en funcionamiento de 06:00h a 01:00h, y también hay un servicio de autobuses nocturnos con 20 rutas.
Bicicleta: Es la manera más interesante de conocer la ciudad. Es muy cómodo porque Montreal tiene más de 480 kilómetros de carril bici y un moderno servicio de préstamo de bicicletas (BIXI).
Casco histórico: Mantiene la arquitectura antigua y calles empedradas. Una interesante manera de descubrirlo es paseando en calesa. Destaca la Basílica de Notre-Dame, una de las iglesias más importantes de la ciudad.
Río San Lorenzo y Puerto Antiguo: Son dos de los centros de la ciudad que te ofrecen un agradable y animado paseo.
Centro financiero: Montreal combina modernidad y tradición en su arquitectura. Los modernos rascacielos de su centro financiero contrastan con las fachadas europeas del casco antiguo.
Parque Mont-Royal: Es un parque enorme diseñado por Frederick Law Olmsted, el paisajista que creó el famoso Central Park de Nueva York. Tiene más de 200 hectáreas de vastos bosques y contiene diversas especies de flora y fauna. ¡Desde su mirador tienes increíbles vistas panorámicas de la ciudad!
Parque Olímpico: Está creado en torno al Estadio Olímpico construido para los juegos de 1976 y sobresale por su original diseño. La torre del estadio tiene 175 metros de altura y una inclinación de 45 grados, y es la torre inclinada más alta del mundo. Aquí encontrarás el Biodome (más de 6000 criaturas habitan en cuatro ecosistemas perfectamente recreados), el Jardín Botánico de Montreal (el segundo más grande del mundo) y el Insectario (el más grande de Norteamérica).
Museos: Algunos de los museos interesantes para visitar son el Museo de Bellas Artes de Montreal, el Museo de Arte Contemporáneo, el Centro de Historia de Montreal o el Museo de Arqueología Pointe-a-Calliere.
Montreal es la ciudad de los festivales, ¡la lista es interminable! Algunos de ellos son:
Festival Internacional de Jazz de Montreal: Es muy popular y tiene lugar a principios de julio. Participan los artistas más reconocidos del mundo del jazz en más de 400 conciertos. Más de 2 millones de espectadores llenan la ciudad.
Montreal High Lights Festival: En invierno se celebra el festival de la luz. Se hacen demostraciones gastronómicas, espectáculos y conciertos.
Just for Laughs Festival: Es el festival del humor y la comedia por excelencia.
Gran Premio de la Fórmula 1: Mundialmente conocido, su sede el Circuito Gilles Villeneuve.
Montreal International Fireworks Competition: Gran pirotécnica musical que se ve desde varios puntos de la ciudad.
Algunas de las compras típicas en Montreal son las pieles, la artesanía hecha por nativos americanos, la ropa de alta costura y las antigüedades. Para comer es común llevarse bagels o sirope de arce. Y si te gusta el deporte, hay muchos objetos del equipo de hockey sobre hielo (Canadiens) para llevarte como un buen recuerdo de la ciudad.
Poutine: Base de patatas fritas con queso y salsa de carne a la que se le añaden salchichas, ternera, champiñones, cebolla o maíz.
Bagels: Son una especie de rosquillas de pan que se comen con algún relleno como si fuera un sándwich. Los bagels de Montreal no son los mismos que los de Estados Unidos. Se distinguen por las características del agua con la que se elaboran, porque están hechos en un horno de leña y porque son más pequeños.
Pastrami: También lo introdujeron los emigrantes judíos europeos y es básicamente carne ahumada y sazonada. Se suele presentar como un sándwich, cortado en lonchas finas de color rojizo y servido en pan rústico y condimentado con mostaza.
Tourtiere: Es tipo de pastel de carne de aspecto similar a una quiche, y es típico de las fiestas navideñas.
Sirope de arce: Es uno de los símbolos de Canadá. Se suele comer con las tortitas del desayuno y también se añade a platos salados, como el jamón cocido recubierto de arce.
En Montreal hay un clima continental húmedo. El verano es cálido y sus temperaturas están entre los 26°C y los 16°C. El invierno puede llegar a ser muy frío, nevado y ventoso. La temperatura está entre los -5°C y los -13°C. La primavera y el otoño normalmente son templados, aunque puede haber algún cambio brusco. Muy de vez en cuando se puede ver alguna aurora boreal.
Idioma: El idioma oficial es el francés, pero hay bastante gente que habla inglés e incluso una comunidad latina.
Enchufes: El formato de los enchufes es de dos clavijas planas, así que si necesitas enchufar algún aparato eléctrico te recomendamos que te lleves un adaptador.
Moneda: El dólar canadiense es distinto al de Estados Unidos, aunque su cotización es similar y en algunos sitios turísticos los aceptan.
Propinas: Es obligatoria en bares y restaurantes, pero no en los sitios de comida rápida. Suele ser entre un 10% y un 15% del precio del servicio.
Montreal es una ciudad de fusiones, mezcla del carácter quebequés, canadiense, norteamericano y francés. Es una ciudad donde los rascacielos del skyline del centro financiero comparten protagonismo con los cafés del Plateau o el bullicio durante casi todo el día de la Rue Sainte Catherine.
