Sofía es una ciudad pequeña, muchas veces pasada por alto por los turistas, por ser un lugar de paso hacia las estaciones de esquí cercanas o hacia la costa. Es una ciudad muy activa y llena de historia, con una gran riqueza cultural. Por aquí han pasado tanto turcos como rusos y es por este motivo que hay muchas iglesias ortodoxas, mezquitas otomanas y monumentos del Ejército Rojo. Un ejemplo claro es la Catedral Ortodoxa Alexander Nevsky, construida como recuerdo a los rusos que lucharon en la Guerra de Liberación contra los turcos.
Pasea por el bulevar Tsar Osvoboditel y sus alrededores y asómbrate con esta ciudad postcomunista, donde contrastan los modernos pubs y hoteles, con viejos edificios soviéticos.