A lo largo de la historia, Jerez ha sido un enclave fuertemente influenciado por las distintas culturas que se han asentado en sus tierras, numerosos restos así lo atestiguan tanto en la propia ciudad como en su entorno. Vestigios de la Xera fenicia, la fuertemente romanizada Ceret, la importante Sherish musulmana y las posteriores bellísimas construcciones cristianas, ofrecen un amplio abanico de estilos arquitectónicos y edificios singulares, que hacen de Jerez una preciosa ciudad con una fisonomía urbana realmente peculiar.
Pocos lugares en España gozan de un reconocimiento internacional tan amplio como el que Jerez disfruta. Gracias a su vino, el Jerez o Sherry, el nombre de la ciudad ha traspasado fronteras hace mucho tiempo, hasta llegar a universalizarse.
Pero Jerez no es tan solo sus vinos y una arquitectura de edificios singulares; Jerez, ofrece mucho más a todos: tierra del caballo cartujano, del toro de lidia, cuna del arte flamenco, ciudad del motor y los grandes eventos, centro monumental declarado de interés artístico histórico.
En la actualidad Jerez es una gran ciudad donde la tradición convive en perfecta armonía con la mas pura modernidad: grandes centros comerciales y avenidas confluyen en un centro histórico alegre y bullicioso, donde las compras y el tapeo se dan la mano. Todos estos rasgos distintivos, sumados a la extraordinaria situación geográfica y su clima, a atractivos turísticos únicos y diferenciados, y a las modernas infraestructuras, garantizan Jerez como un lugar para visitar.