Su situación la convierte en paso obligado hacia Galicia y Asturias y nexo de éstas con la meseta. Ciudad de paso del Camino de Santiago, acogedora desde siempre con los peregrinos, viajeros y turistas.
Su historia se hace patente en cada uno de sus rincones, sus huellas aparecen a cada palmo de su atractivo casco histórico; calles estrechas con antiguos nombres gremiales: Platerías, Azabachería, etc., dan una idea de quienes vivieron en ellas, pero estas calles no han perdido su sabor y su pasado comercial, sino que en la actualidad siguen ofreciendo mucha actividad en sus comercios y una muestra de la cocina y los vinos de la tierra; ya sea de un modo informal, con algo tan típico como el tapeo en bares y tabernas o sentados en una mesa de un restaurante.
La capital del antiguo Reino de León sorprende al viajero por sus admirables monumentos históricos, como la Catedral denominada Pulchra Leonina, San Marcos, hospital de peregrinos y convento, hoy convertido en Parador Nacional, San Isidoro, joya románica donde los Reyes quisieron ser enterrados, palacios renacentistas, la Casa de Botines, obra de Gaudí, etc. Pero esta ciudad no sólo ofrece su rico pasado, sino que cuantos la visitan podrán gozar de una urbe moderna, comercial y con muestras de una arquitectura moderna y vanguardista, como el Auditorio Ciudad de León, el nuevo Centro Cívico del Crucero, la sede de Junta de Castilla y León y el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC).